O cruz

¿De cuántos privilegios -ley privada- gozaba la occisa? Supongo que éste ha sido el precio de hacer uso continuo de sus derechos adquiridos de buena ley. La verdad es que parecía estar acostumbrada a pagar precios muy elevados por sus cosas, su refinamiento debió ser titánica tarea, así que no sé si su muerte le habrá salido cara.

eLLA

Ella cuida de mi salud mucho mejor que yo.

Si me quieres, sé feliz.

Dadas las circunstancias. Diré gilipolleces y, sin embargo, se dan ¿Será porque se dan?

Azquito

Me siento como mi chica de entonces me dijo que se sentía con aquello del Servicio Social: "Me paso el día rascando con la uña caca seca del culo de los niños.

Tras

Empatía es hacerme una paja pensando en ti.

Noviembre

D (3), sopesando una naranja en su manita, ¡Hala, cacho mandarina!

ETA

Tristemente famosa conjunción copulativa en griego. Descanse en paz. Agur (cuando A tiende a Yo)

Referido al 22 del corriente

Cada día más pureta

este día estreno nieta.

Y no me siento peor, sino menos viejo, mejor. Otro amor para el coleto.

Inepcia

Inepto en la inopia. Curioso, nunca la había leído, se me ocurre como palabro, sucede con alarmante frecuencia, y resulta que está, o sale. Desde luego que así no hay manera de definirse, ni a propósito lo intento.

Serie caprichosa

Ven con papá.

"Yo soy cubano"

La dignidad es un asunto subjetivo. Me vino a decir.

La ideal

A frase hecha, frase deshecha.

¿Con otra frase hecha?

Con todo lo contrario. Una frase por hacer.

Autorretrato

Mi palabra preferida, gesto. En toda su gloria.

Desigualdad

Tengo el bigote chamuscado de reprender chustas y se me ha quedado desuniforme. Y no es plan.

Insustancial

El arte verdadero carece de sustancia... ¿me lo digo o te lo cuento?

Mi polla

Ella manda, qué podemos hacer sino obedecer.

Today. Y y

Para que la cosa no pase de acontecimiento cotidiano paso a revisar mis ocasionales opiniones. Partamos de la base de que estamos chamuscados, por así llamar a la mecánica dentellada del día a día, y podremos llegar a la conclusión de lo irremediable del subcontexto. Es como de parásitos deseosos de clientela solvente, de obstáculos blandos y sedosamente suavizados, de apetitosos churretes, de agradecidos lametones...

Y sin mencionar a Churriguera.

El perfecto anfitrión

El último arroz que me zampé contigo me supo a sangre de pollo coagulada y a qué aspecto más saludable tiene este arroz, so cariacontecido.

Tris

Tengo que buscarme una novia gordita para el invierno.
Tú puedes echar el currículo para el verano.

Con nuestras propias luces

Para qué queremos más.

+ o -

Lavarse la cara con las gafas puestas.

La rentabilidad de mis habilidades

Vino como dibujo, abandonada mi mano a su suerte basada en su experiencia, que no la mía. Mi cabeza se ha girado hacia la ventana tratando -digo yo- de encontrarle continuación a esto que escribo. Si es lobo me come, qué más dará, me digo. A quién le importa, es que ni a mí, lo que la imbecilidad construye acumulando sedimentos sin sustraer. Nada, que no, ya estoy mejor.

La cosa es que, a veces, no todas, incluso algunas, funciona. Como si me saliese gratis la importancia que le se le dé. En su caso, que es mi caso, todo está plenamente justificado: mi metodología impone su propia carencia.

Verderón

O el dinero entre las piernas. Puta foto guapa. De ella tenía que ser.

Remanso

En estos momentos, en los que se impone una cervecita tibia y un cigarrito, pienso que tendría que aprovechar el cuasi bienestar que me invade para comprobar de una vez si soy capaz de escribir con alguna solvencia. Es que tengo que leerme y ni así, a veces, me reconozco. Es tal la placidez de este mediodía que sería un desperdicio no detenerse un rato para producir si acaso una incoherencia: nunca había sido tan viejo como hoy. Y lo que me alegro por mi parte, que aunque parezca que insista no tiene nada de circunloquio.

Letras juntas

La existencia artificiosa.

Ya tengo el título. Y el final, "Todo llegará aunque quién sabe cuándo". Sólo me queda desembocar. Innúmeras palabras.

Lo sepas

Más

Una de las facetas más reveladoras sobre el carácter del imbécil es su total y absoluto -perdón- desconocimiento acerca de su propia rebaba. Nunca quedan afilados, sus cortes son desiguales y más parecen bocados de numerosas mellas. Pero, eso sí, díselo y ya verás. "Me cunde una barbaridad, tú qué sabrás". Y no se le puede discutir el acierto del planteamiento: no es lo mismo un tajo que un desgarro. Este segundo abarca más, da más pol culo y resulta bastante más doloroso. Tanto que, con "más", va que chuta.

En periodos de ausencia no pienso, es como si no estuviese. Y luego dicen que tonterías las justas. Cuántas más -o mejor-, paletos.

Gerundiofilia

Dios me lo está pagando, san Gerundio, Dios me lo está pagando