Es como no decir nada, que ya es algo. Por lo tanto sin cuitas, que siempre podrás esperar a que nazca algo. Puta vida, promiscua es.
Se me ha pasado eso por la cabeza espontáneamente o es algo cuidadosamente calculado para mantenerte a la expectativa. Pregúntome. Y esta es mi respuesta. No hay nada repensado, los números se me dan fatal, me perdí en los conjuntos, es sólo que, je je je, no suelo despedirme, nunca doy todo por zanjado o concluido del todo, nunca, nunca.
Así que no hay adioses que temer. Jamás, jamás.
sábado, 14 de abril de 2007
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